Una vez que le agarras el gusto a la lectura; descubres también que la tarea de leer tantos y tan buenos libros es tan imposible como la intención del ser humano de aprehender todo el conocimiento universal. Entonces te planteas la necesidad de leer mejor, más rápido y de manera más efectiva.
En este post hablaré sobre aquellos consejos manidos y no tan manidos que existen para aprovechar ese espacio de tiempo personal que uno tiene con el texto. Antes que nada, haré incapié en la palabra «consejos», no reglas. Propongo lo que a mí, como lector, licenciado en Lengua y Literatura, y escritor me ha servido. Dicho eso pues:
Los consejos manidos.
Los consejos más manidos para leer mejor:
- No leas acostado.
- Usa una buena iluminación.
- Aleja las distracciones.
Los más utilitarios:
- Escanea las páginas del libro, el índice y el autor: esto te ayudará a familiarizarte con el libro.
- Lee en un momento y hora determinado, esto le ayudará a tu mente a establecer un hábito definido.
- Realízate continuamente preguntas sobre lo que estás leyendo: Esto te permitirá prestar atención a lo que lees.
- Realiza apuntes sobre lo que vas leyendo: Esto te permitirá regresar sobre las páginas sin la necesidad de perder el hilo.
https:/adrianfloresescritor.com/herramientas-de-escritura/que-es-leer-lectura-y-pensamiento-critico/
7 consejos para leer «mejor»
Pues bien. Todos los consejos arriba expuestos son aquellos que uno puede encontrar en el manual de lectura básica. Sin embargo, uno ya le cogió el gusto a leer, uno puede leer en el baño si así lo desea, aunque no sea el lugar más adecuado. En realidad, lo que uno desearía saber es cómo leer mejor, o de qué manera aprovechar ese tiempo de lectura.
El cronómetro
En primer lugar, sí quiero destacar el hecho de alejar las distracciones. Sobre todo, el móvil y las redes sociales. Ese pequeño aparato diseñado para llamar nuestra atención se roba el tiempo sagrado que tenemos con los libros. Ya puedes cortarle el internet.
En mi caso me he acostumbrado a ponerle un cronómetro a mi tiempo de lectura. Es decir, desde el momento en que decido sentarme a leer, hasta que deba terminar, establezco un tiempo definido. Si son dos horas. Mi reloj me avisará el momento en que deba detenerme. Eso me libera de la presión y ansiedad de tomar el celular. Hacer eso es como decirle a mi mente: Durante estas dos pinches horas, no tomaremos el celular.
Si considero que he leído poco, le puedo ampliar el horario de lectura. Pero en mi caso personal prefiero dosificarlo a lo largo del día. Una hora la mañana, una la tarde, y una la noche. No será mucho, pero es mejor que nada.
Subraya
Antes que me mandes al patíbulo, te digo que no tiene nada de malo -a menos que el libro sea prestado-. Ya podrás mirar el gráfico de uno de los libros de Sr. Isaac Newton y cómo él sacaba apuntes. Ahora, esto no significa que debas sacar apuntes de los libros literarios, a menos que los estés estudiando como lo haría un escritor.
Lee el siguiente artículo, si te interesa: https://culturacolectiva.com/letras/el-truco-para-recordar-todo-lo-que-lees
Mi recomendación es que si tienes un libro que vas a estudiar, ya sea ensayo, expositivo, científico o literario por sí mismo, debas sacar cuantos apuntes necesites, subraya lo que debas subrayar. Creo que quien haya escrito ese texto se sentirá más satisfecho con saber que esa información que él planteó está siendo ávidamente devorada. No dejes que quien escribió ese libro se revuelque en su tumba porque acabas de entrarle a la secta de los Yo no rayo nunca un libro.
Apuntes
De vuelta con lo subrayado. He aprendido que la mejor manera de apropiarme de un libro es estudiarlo profundamente. Como te decía antes, no es necesario que rayes todos los libros, yo evito hacer eso con los textos literarios, pero, aunque sí lo hago con los otros tipos de texto, también es cierto que voy sacando apuntes sobre las ideas principales.
En el caso de los textos literarios, suelo usar el Evernote -ahí la importancia de desactivar el internet y no distraerme luego presionando el ícono del Facebook-, e ir deshilvanando la trama. Esta es una tarea titánica, sobre todo con libros grandes, pero como escritor, me permite retomar toda la historia y estudiarla bien para una posible reseña.
No leas solo literatura ficcional
Ya lo decía Cortázar: Tal vez quienes leen solo poesía no sean buenos poetas, y quienes solo lean novelas no sean buenos novelistas. Creo que lo importante de la lectura es esa transmisión de conocimiento que hay entre lector-texto. ¿Por qué leer solamente literatura ficcional?, sí, es hermoso, es como degustar un plato gourmet. Pero vamos, que uno no se alimenta solo de gourmets, a uno le gustan también las salchipapas.
En este caso, uno como lector experto, aún más como aspirante a escritor, debe estar en la capacidad de leer tantos libros de distintas ramas existan. Filosofía, ensayo, historia, espiritualidad, ciencia, todo. Que no nos sorprenda el ego cientificista y se nos muera nuestra capacidad de asombro.
Lee los clásicos
Bien, este es un tema bastante controversial. Si bien Borges propuso que uno no debe leer un libro que nos aburra, también recomendó leer a los clásicos. ¿Por qué? Porque en ellos se encuentra la mayor forma de representación del ser humano.
Según Robert McKee: Lo que separa una obra clásica u obra de arte, de los libros de moda, es que los primeros se basan en arquetipos, y los segundos en prototipos.
Lo arquetípico es lo que caracteriza al ser humano por sí mismo, es algo con lo que el ser humano se siente identificado desde que adquirió la capacidad del lenguaje hasta nuestros días. Por ejemplo, la trascendencia, el temor a la muerte, la vanidad, el amor.
Por otro lado, los prototipos son representaciones de moda que están ahí para complacer a los menos exigentes, por ejemplo: Un rico que tiene relaciones sexuales sádicas con una chica pobre. ¿Por qué eso es un arquetipo, si pueden hablar del amor?, por la misma razón que la Rosa de Guadalupe siempre será la Rosa de Guadalupe y una obra maestra, una obra maestra. El tema es el cómo se usa ese valor universal arquetípico del Amor. El ejemplo anterior se convierte en prototipo porque todos hablan de él, hacen de una historia un cliché.
Ahí es donde debes preguntarte. ¿En qué se diferencia la trilogía de Batman de Christopher Nolan, de otras películas de superhéroes?
En el siguiente artículo sobre la novela Quo Vadis, hago un análisis sobre la base de los valores universales de Robert McKee:
https://adrianfloresescritor.com/resenas/quo-vadis-resena/
Se vale leer más de un libro a la vez
Por supuesto que sí, como hay tantos tipos de lectura, puedes leer cuantos libros te puedas permitir al mismo tiempo, en diferentes horas del día. He ahí la necesidad de apuntes y notas. No es lo mismo estudiar un libro de historia que leerse un cuento, ni tampoco aprender a escribir verso. Son diferentes formatos de lectura. Aprovecha esa innata impaciencia por el aprendizaje que la raza humana nos legó.
Tómate el tiempo que requieras.
Llegados a este punto, seré enfático: que nadie puede decirte cómo debes leer. A lo mucho te puede dar recomendaciones, como las que planteo aquí, y que a mí me sirven mucho. Pero tú eres un mundo y un lector, y como tal tienes tus hábitos.
La lectura es un placer realizado en la soledad y, por tanto, disfrutado como tal. Cuando comencé la carrera de lengua y literatura me apuré leyendo, y aprovechando mis técnicas de lectura rápida con textos literarios. Craso error.
La literatura debe comerse de a poco. Luego decidí relajar mis ánimos y leer la buena literatura, palabra a palabra. A veces me he demorado en leer un libro un mes entero, aunque eso no signifique, no haya leído, porque en ese mes también leí, quizá un poco más rápido, otros libros de tipo científico o ensayístico.
Así pues. Creo más en una lectura serena, pensada y crítica, que, en una voraz, somera. Aquello en lo que no se profundiza, termina por no ser apropiado.