El modernismo ecuatoriano se presentó tardíamente en nuestro país (1913-1914), precisamente con la llegada de la modernidad liberal al Ecuador. En este post hablaremos sobre el contexto histórico del modernismo ecuatoriano.
El modernismo ecuatoriano sorprendió a las letras ecuatorianas por una renovación en la forma y el ritmo. Aunque este movimiento llegó tardíamente a nuestro país, se vuelve necesario comprender el contexto histórico en el que surgió aquel movimiento literario. Esta realidad nacional debió influir directa o indirectamente sobre la forma de hacer poesía de este movimiento literario conocido también como generación de 1914, en la cual se adscribe la tan mentada generación decapitada.
Hernán Rodríguez Castelo (s.f) menciona sobre el modernismo ecuatoriano lo siguiente:
“Con ellos (…) logró la poesía ecuatoriana las más agudas y hondas expresiones de vivencias íntimas y el acento más conmovedor en el canto de dolores, cansancios y angustias”. (p.25).
CARATERÍSTICAS DEL MODERNISMO
Se entiende que el modernismo fue el primer aporte latinoamericano a la literatura universal. Se considera a Rubén Darío, el nicaragüense, como iniciador del movimiento, y que sus influencias más directas fueron el simbolismo y el parnasianismo.
También se conoce que “rechazó el descuido lacrimoso del romanticismo”, (Oseguera de Chávez, 2000, p. 216), aunque mantiene su amor por la naturaleza, las aves, las piedras preciosas y las flores. No podríamos añadir en este post nada nuevo que no se haya dicho del modernismo anteriormente. No es nuestra competencia analizar al modernismo latinoamericano desde un nuevo enfoque como sí lo estamos haciendo con el ecuatoriano.
Características del modernismo hispanoamericano
- Poesía elitista, aristocrática, escrito solamente para aquellos que saben apreciar la poesía. Una poesía hecha para poetas, para personas cultas, personas que saben apreciar la belleza.
- El poeta se aleja o evade del mundo cotidiano en la búsqueda de motivos para su poesía. Así, suelen buscar temas en lo antiguo exótico, en el paganismo, en lo sagrado, en la mitología sobre todo clásica, en lugares lejanos. Esto puede dar paso a un sincretismo mitológico en sus obras, es decir, puede topar temas tanto del cristianismo como de lo grecolatino y otros. El mismo Rubén Darío (2015), en su prefacio a Prosas profanas y otros poemas, escribió:
- “he aquí que veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales, visiones de países lejanos o imposibles: ¡qué queréis!, yo detesto la vida y el tiempo en que me tocó nacer”. (p. 398)
- Esta evasión de lo real o del mundo provocó una poesía pesimista, una rebeldía hacia las formas sociales.
- Tendencia hacia el erotismo, a la belleza del cuerpo femenil y también hacia el afrancesamiento de sus formas de decir. Rubén Darío, con su obra Azul, puso de moda el relato parisein, es decir, lleno de evocaciones gálicas.
- Renovación de la forma de su poesía. Sus figuras literarias están destinadas a evocar los sentidos, lo sensorial o sensual; sobre todo colores vivos como el azul, el amarillo, el rojo, anclado a metáforas o sinestesias.
- Debido a su cuidado extremo de la forma de la poesía provocarán una musicalidad armoniosa a través de figuras como aliteraciones u onomatopeyas; así como el cuidado del ritmo y la rima del verso. “Como cada palabra tiene un alma, hay en cada verso, además de la armonía verbal, una melodía ideal”. (Darío, 2015, p. 399).
Una última acotación es que el propio Rubén Darío dijo que no era su intención la de crear una escuela. Que su poesía era suya porque nació dentro de sí; por tanto, la poesía se convierte en expresión viva del sentimiento del poeta. Fuera de este aspecto, el modernismo fue desarrollado en toda Latinoamérica con exponentes como:
Leopoldo Lugones de Argentina, Amado Nervo de México, José Santos Chocano de Perú, entre varios otros grandes poetas.
EL CONTEXTO HISTÓRICO QUE INFLUYÓ SOBRE EL MODERNISMO ECUATORIANO.
El Ecuador de la primera década del siglo XX, el arribo atrasado de la modernidad.
Ecuador a inicios del siglo XX se encontraba pujando por salir del escollo conservador y el pensamiento colonial. A lo largo del siglo XIX se había desarrollado un proyecto político basado en el criollismo de la colonia. Esto es:
- No había participación social de grupos minoritarios en los ámbitos políticos y económicos.
- La mujer estaba relegada de la política, era un adorno en las casas aristocráticas, usualmente se las usaba como forma de mercancía en arreglos matrimoniales. Esto se pudo apreciar en la obra La emancipada de Miguel Riofrío.
- La iglesia influía en la política estatal. No había separación entre la iglesia y el Estado, situación que se reforzó bajo el gobierno del ultra conservador de Gabriel García Moreno.
- Las élites conservadoras de la sierra norte lucharon en contra de las élites liberales de la costa por el control del Estado ecuatoriano.
Con la llegada del siglo XX, el general Eloy Alfaro en 1895 se posesionó como presidente tras una guerra civil entre liberalismo y conservadurismo. Eloy Alfaro tenía un pensamiento liberal radical. Su proyecto político se enfocó en: la modernización del país, la inclusión de las clases minoritarias en la vida política, y la separación definitiva de la Iglesia del Estado. En gran medida lo logró.
Los inicios del siglo XX significaron una transición de un modo de vivir semi colonial, a uno que se enrumbó tardíamente al resto del mundo. Debemos también acotar que se vivían ya los últimos años del boom cacaotero. Esto permitió que el Ecuador invirtiera de una u otra manera en la modernización del Estado. El mayor ejemplo de esto fue la culminación de la línea ferroviaria que unió a Quito y Guayaquil en 1908 por primera vez. Este proyecto fue llevado a cabo por el empresario norteamericano Archer Harman.
Los mayores logros del liberalismo en la vuelta del siglo fueron, por tanto:
- El Estado se separó definitivamente de la Iglesia Católica. Es decir, su influencia política fue mermada en lo jurídico, aunque no en lo social.
- Se incluyó a las minorías en la vida política. La mujer accedió a su derecho al voto, a los estudios secundarios y universitarios. Al eliminarse la prisión por deuda se redujo el poder del concertaje llevándolo casi a su fin. Esto no significa que las clases desfavorecidas se hayan visto beneficiadas del proyecto, ni que hayan salido de la pobreza. Sólo que bajo el ámbito jurídico eran poseedores de ciertos derechos que les fueron denegados, aún después de la independencia de España. El alto grado de analfabetismo, así como la viveza criolla permitieron la continuación de la explotación de mano de obra barata.
- Se construyó infraestructura destinada a la consolidación del Estado y a su modernización. La educación se volvió laica, por tanto, responsabilidad del Estado.
El ecuador de la primera década del siglo XX, el proyecto modernizador truncado.
Lamentablemente las élites liberales de la costa eran élites perezosas. Se contentaron con su negocio de venta de cacao, y compra de productos extranjeros. En lugar de aprovechar su mejor momento económico desde el primer boom cacaotero en el siglo XVIII, se dedicaron a despilfarrar el dinero. No diversificaron sus productos, no modernizaron sus propias plantaciones. Sus procesos eran de alguna manera tribales. -Plantar, cosechar, secar pepas de cacao, vender-.
Bajo esta coyuntura, Eloy Alfaro fue quedándose solo en sus proyectos modernizadores del Estado. Por primera vez en la historia, conservadores y liberales se unieron contra un enemigo común: El alfarismo radical. Alfaro fue apresado, asesinado en Quito, arrastrado por las calles de la capital, e incinerado en el parque El Ejido.
Cuando sucedió la Gran Guerra -1914, 1918-, estas élites criollas se vieron repentinamente empobrecidas; luego, las plagas monilla y escoba de bruja destrozaron las plantaciones de cacao tornando su negocio cada vez menos rentable. Por ello,a partir de 1912 hasta 1925 los gran cacao se dedicaron a manipular a los gobiernos del Ecuador. Se inició un período plutocrático en el que los presidentes eran títeres de estas élites cacaoteras, dueñas de los bancos más grandes del país de aquel entonces.
El proyecto modernizador de Eloy Alfaro no se cumplió, se quedó trunco. Luego, el país se sumió en una crisis económica de la que no saldría sino hasta mediados del siglo XX.
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Costumbres de los ecuatorianos de la primera década del siglo XX
El impacto social que se produjo por el cambio de paradigmas de conservadurismo a liberalismo fue lento y paulatino. Guayaquil era una ciudad cosmopolita, Quito, aún en aquel tiempo seguía siendo la fiel copia de la capital de la Real Audiencia de Quito. Por una parte, la cultura católica continuó siendo preponderante en la sociedad ecuatoriana. En la sierra casi permanecieron incólumes las tradiciones hacendatarias y la visión de una sociedad dividida en estamentos.
Caso contrario se dio en Guayaquil; su apertura al mundo moderno le dio mayor independencia ideológica sobre el catolicismo. Su enfoque positivista y liberal les dio mayor libertad de pensamiento y mejores perspectivas de generación de dinero, sin que aquello significara que estecen prestos a un cambio de paradigma moderno.
Como se había anotado líneas arriba, su falta de visión de progreso y espíritu emprendedor los estancó en la venta del cacao, sin llegar a desarrollar, ni tan siquiera una fábrica de chocolate.
No cambió en Guayaquil la propensión al gasto improductivo, a veces ostentoso, destinado a pasatiempos y a la compra de artículos importados, algunos suntuarios; era generalizada, pues era compartida por amplios segmentos de la población y no sólo por los adinerados productores y exportadores de cacao. (Hurtado Larrea, 2018, p. 181)
El analfabetismo en la sociedad ecuatoriana de inicios del siglo XX.
La lectura era una actividad reservada solamente para las élites debido a un altísimo índice de analfabetismo.
“fue limitado el número de personas que pudieran acceder a la lectura de periódicos y revistas, que se redujo a las de cierto nivel económico y alguna cultura”. (Hurtado Larrea, 2018, p. 194).
Las ciencias en el Ecuador eran bastante precarias pese a la instalación de nuevas escuelas técnicas y la mejora de la calidad del sistema educativo. Tamayo Espinosa, citado por Hurtado (2018), dice que: “la literatura científica con la excepción de las obras de derecho e historia, es muy rara” (p. 188).
El contexto histórico y su influencia sobre el modernismo ecuatoriano.
Nuestros intelectuales modernistas de aquella época tuvieron como referente cultural a Francia. Desde el modernismo de Rubén Darío se había venido gestando este cambio de preferencia de la cultura francesa por sobre la cultura española. Muchas de las casas de las pequeñas élites estaban llenas de libros de autores franceses.
“la intelectualidad ecuatoriana, sin dejar de profundizar el sentido de arraigo a la patria, se orienta al exterior, a Europa, tomando a Francia como el referente de civilización y modernidad (…) El canon cultural francés motivó a las élites a escoger ese país como destino de formación académica. Al ser sinónimo de refinamiento y excelencia, se intentaron reproducir los patrones culturales franceses en Ecuador”. (LEXUS, 2010, p. 578)
Esta mirada hacia la modernidad europea y al refinamiento francés, en lugar de ser un aliciente para nuestra poesía modernista, fue lo que le dio aquel influjo de pesimismo, derrota, evación de la realidad.
No queremos decir con esto que la cultura francesa transmitió pesimismo. Fue la cultura ecuatoriana la que provocó ese desprecio por los tiempos que les tocó vivir a los poetas debido al atraso y el rechazo de lo moderno. El país donde ellos vivían no merecía mayor atención.
El modernismo y la sociedad ecuatoriana convivieron desasociados de la realidad.
La poesía modernista pudo ser vista por la sociedad ecuatoriana como un juego alejado de la realidad; realidad a la que poco o nada le importaba el desarrollo de unos cuantos versos.
Una sociedad analfabeta también miraría con cierto desprecio las alabanzas al amor por la poesía y las letras; dado que no es posible para ellos entenderla; mucho menos, si lo que escribían estos poetas estaba enfocado hacia las minorías elitistas.
Debemos recordar que el mismo Rubén Darío, en el prefacio a su obra Cantos de Vida y Esperanza, los cisnes y otros poemas (1905), dijo
“Yo no soy un poeta para las muchedumbres. Pero sé que indefectiblemente tengo que ir a ellas”. (Darío, 2015, p. 365).
Así mismo, uno de los grandes postulados del modernismo es que este movimiento conformó una “teoría estética bella, elegante y aristocrática de manifestaciones muy complejas”. (Oseguera de Chávez, 2000, p. 216)
La poesía modernista, al ser un arte para las clases altas no podía renovar nada en el ámbito social. Pasó a ser vista como un destello curioso de versificación.
A diferencia de lo sucedido con la obra de Charles Baudelaire que significó para la literatura y la cultura francesa un verdadero cambio de paradigma. ¿Pudieron haber cambiado algún tipo de paradigma los modernistas? A penas se puede mencionar con entusiasmo que pretendieron rechazar el romanticismo sin dejar de ensuciarse por él en algunos de sus poemas.
El problema con la decadencia y el pesimismo impreso en la poesía modernista se dio, tanto porque estos poetas miraron hacia fuera del país, casi despreciándolo; como por una sociedad ecuatoriana, sobre todo la quiteña, enquistada en el pensamiento colonial. La modernidad les fue ajenos a ambos. La única diferencia es que nuestra “generación decapitada” tal vez anhelaba aquello y no sucedía; mientras que la sociedad común, desde las élites hasta las clases bajas, simplemente no entendía de lo que se trataba un estado moderno. Arturo Borja, poeta modernista escribió en una epístola a su amigo Ernesto Noboa y Caamaño lo siguiente:
“Hermano-poeta, esta vida de Quito, estúpida y molesta, está hoy insoportable con su militarismo idiota e inaguantable”.
Hurtado (2018), al hablar sobre la sociedad ecuatoriana post alfarista menciona que
La economía siguió siendo fundamentalmente agrícola, la población mayoritariamente rural y la hacienda mantuvo, casi sin modificaciones, su poder ordenador de las relaciones económicas y sociales. (p. 161)
El problema con el modernismo ecuatoriano fue que llegó con una modernidad que fue rechazada por un país que no deseaba cambiar sus paradigmas coloniales. Un país que en términos simplistas diríamos que arrastró por las calles y quemó en la hoguera bárbara a quien pretendió modernizarlo.
Para la burguesía agroexportadora y comercial, el liberalismo radical y popular era el único obstáculo que se atravesaba en el camino de sus intereses de clase. Aspiraban a la transformación de la estructura y el carácter del Estado con miras a implantar el liberalismo económico, sin necesariamente hacer una transformación democrática que buscara una mayor participación y una modernización de las relaciones laborales. (Santillana, 2006, p. 118).
Una posible respuesta a la evasión de la realidad y el pesimismo inscrito en el modernismo ecuatoriano.
Con base en lo dicho anteriormente, no se les puede acusar tajantemente de pesimistas incomprendidos a nuestros modernistas. “Entre estos hay los que se inscriben en el cambio asumiéndolo como derrota, como quiebra de los viejos moldes, como nostalgia de lo perdido”. (Luna Tamayo, 2001, p. 116).
En realidad, este país que se negaba a la modernidad, a la cultura, a la industria, al progreso, fue el que influyó en la forma de ver el mundo de estos poetas.
Si bien se sabe que una de las características del modernismo es la evasión de la realidad, en nuestros poetas modernistas la evación se convierte en una forma de súpervivencia .
En otras palabras, se adscribieron al modernismo por la fuerza de las circunstancias; porque el ser poetas y buscar la belleza podía mantenerlos vivos en un país quieto, tedioso. “Vivir de lo pasado por desprecio al presente”, escribió en su poema Hastío, el poeta guayaquileño Ernesto Noboa y Caamaño.
Hernán Rodríguez Castelo (s.f.) menciona que estos poetas, que en un principio buscaron belleza, bondad, ideales, valores y ansias de vivir
“Se estrella (n), en buen aparte, porque Quito debe haber sido en la primera década del siglo algo realmente deprimente. Pero, no menos, porque los valores que los poetas buscaban, y su “Ideal”, eran artificiales: decadentes”. (p. 17)
Por ello los poetas modernistas tienen varias fuentes de escape, dos de ellos a las drogas y cuatro al suicidio. No se pretende justificar el suicidio de ellos; ya que autores como los del realismo social encontraron la fórmula para no caer en el extremo pesimismo, lucharon contra él; no obstante, las realidades eran diferentes, las perspectivas, incluso tardías.
Mientras el modernismo llegó con la modernidad atrasada a un país que se negaba a modernizarse. El realismo social llegó cuando los movimientos sociales ya se habían inscrito en la vida política gracias al trabajo de don Eloy Alfaro. Llegó cuando las clases sociales bajas estaban agotadas de la explotación y el empobrecimiento perpetrado por las grandes élites. Esta situacióin obligó a los intelectuales del realismo social a poner los pies sobre la tierra, incluso quizá a costa de la masacre desarrollada en 1922 en Guayaquil.
CARACTERÍSTICAS DEL MODERNISMO EN LA LITERATURA ECUATORIANA -RESUMEN-:
- Concepción del poeta que trabaja el arte por el arte.
- La búsqueda de lo extraordinario y la belleza que no van a encontrar, los llevará a:
- La angustia por lo cotidiano, el asco por el tedio. Quito, ciudad que debió ser el epicentro del modernismo en Ecuador, no ofrece aquello extraordinario, aquella felicidad por la vida. Guayaquil fue una ciudad más cosmopolita, sin embargo, a esta ciudad pertenece tan solo Medardo Ángel Silva como representante de los modernistas. A los otros les tocó la mala fortuna de caer en una ciudad todavía de mentalidad colonial.
- Evasión de la realidad. Llenos de un asco por la vida. Algunos poetas tratarán de evadirse de lo real en la búsqueda de lugares lúgubres, otros en los temas de la niñez.
- Arturo Borja, Medardo Ángel Silva, Humberto Fierro, Ernesto Noboa y Caamaño, hartos de la vida terminaron suicidándose. A estos cuatro se les conoce como los poetas decapitados.
- Otros poetas importantes fueron José María Egas y Alfonso Moreno Mora.
- Recurren a imágenes pesimistas y lúgubres dentro de su poesía.