En este post hablaremos sobre los modos o formas de explotación en la colonia de la Real Audiencia de Quito, tales como: la encomienda, el tributo indígena, la mita, el obraje, la hacienda, la doctrina y la reducción en favor del sistema colonial.
Para comprender este complejo sistema de explotación de la mano de obra indígena, debemos tener muy claro los procesos históricos que sufrió la Real Audiencia de Quito, con relación a los fenómenos económicos que sucedieron; así como, la relación entre diferentes estamentos y castas dentro de la sociedad de la Real Audiencia.
Contexto histórico de la colonia en la Real Audiencia de Quito
Vamos a establecer un pequeño resumen de las fases históricas que comprendieron el grueso de la colonia en la Real Audiencia de Quito.
1534 se fundó la primera ciudad en el territorio de la Audiencia de Quito en la actual ciudad de Riobamba. En esa fecha podríamos establecer el inicio del dominio español en nuestro territorio y se extendió hasta 1822 cuando se libró la batalla de Pichincha en la que los criollos se independizaron del reino español
La colonia en la Real Audiencia de Quito se dividiría principalmente en las siguientes fases:
- Consolidación de la conquista española: Desde 1534 hasta 1550.
- Asentamiento del orden colonial: Desde 1550 hasta 1600.
- La modernidad barroca: Desde 1600 hasta 1720
- La colonia borbónica: Desde 1720 hasta 1809.
- Desestabilización del orden colonial. Procesos independentistas. 1809 a 1822.
¿Deseas conocer la literatura de la colonia ecuatoriana?, pincha el siguiente enlace: https://adrianfloresescritor.com/literatura-de-la-colonia-ecuatoriana-caracteristicas-autores-obras/
Clases sociales de la Real Audiencia de Quito
La pirámide social implantada en el orden colonial se la estableció para mantener a las colonias españolas de América supeditadas a la corona española. La estratificación se la hacía en estamentos y castas. Los estamentos representaban a los grupos sociales admitidos en la sociedad funcional española. Las castas dividían a los grupos raciales surgidos a partir del mestizaje.
Se las representaría de la siguiente manera:
- Primer estamento: Blancos españoles que ocupaban cargos políticos. Nobles y caciques indígenas cuyos privilegios se conservaron pues fungían como intermediarios para el sometimiento del indígena común. En la colonia temprana, durante la consolidación de la colonia, también pertenecían a este grupo los encomenderos criollos de origen español. A los españoles se les conocía con el nombre de gachupines.
- Segundo estamento: Colonos españoles no encomenderos que se dedicaban a actividades económicas diversas. También pertenecían a este estamento los criollos que se dedicaban a cualquier actividad económica.
- Tercer estamento: En este estamento, base de la sociedad, estaba aquella gente sin capacidad económica independiente y de trabajos humildes. En este estamento existe la división de castas.
- Criollos y españoles empobrecidos.
- Mestizos: Mezcla entre indígena y español o criollo.
- Indígenas: Habitantes autóctonos del territorio conquistado.
- Mulatos: Mezcla entre negro y español o criollo.
- Zambos: Mezcla entre indígena y negro.
- Cualquier otra persona surgida del mestizaje dentro de las castas.
- Negros: Traídos desde África, sobre todo a partir del siglo XVIII cuando la población indígena se vio reducida considerablemente.
Modos o formas de explotación en la colonia de la Real Audiencia de Quito
Encomienda como modo de explotación
La encomienda fue el primer sistema implementado en la colonia cuyo objetivo era el aprovechamiento de la mano de obra. Consistía en un territorio adscrito a un español, especialmente a los conquistadores a quienes se les llamó encomenderos, para que ellos administren a la población indígena que hubiere ahí, así como los recursos que se produjeran en aquel pedazo de tierra.
“A través de las encomiendas captaban el excedente agrícola, la producción textil nativa y los depósitos fluviales de oro”. (Lexus Editories, 2010, p.292).
Es decir, el encomendero recibía el trabajo obligatorio de los indígenas adscritos a su territorio, a cambio de ciertas obligaciones que eran: colonizar las tierras y defenderlas con sus armas, caballos y hombres; reducir a la población indígena -no en el sentido de mermar a la población, sino en lo que se explica más adelante-, proteger a los indígenas de su territorio, darles instrucción religiosa a través de la doctrina, y recolectar el tributo indígena.
Las doctrinas “fueron instituciones que canalizaban el control, sobre todo ideológico, aunque también económico, de la fuerza de trabajo. Estaba a cargo de la evangelización de los indígenas y de la vigilancia de las prácticas consideradas desviadas del catolicismo”. (Santillana, 2006, p.62)
Características de la encomienda
El encomendero también fue el encargado de recoger el tributo indígena. Todo esto se desarrolló hasta que se implantó la figura del corregidor a mediados del siglo XVI, el que se encargó de recolectar el tributo indígena.
Los encomenderos tenían pactos con los frailes franciscanos con el objetivo de evangelizar a los indígenas de su territorio; así como con los caciques indígenas quienes permitieron la explotación de la mano de obra indígena, siempre y cuando se mantuvieran sus privilegios.
Como verás, el poder de los encomenderos en la primera etapa de la colonia debía de ser muy fuerte. Sin embargo, todo este poder era temporal, puesto que se utilizó el modo de la encomienda, sólo hasta que se estableciera un orden burocrático que pusiera orden en las tierras recién conquistadas. De ahí, que el título de encomendero, si bien muy poderoso y respetado al inicio de la colonia, terminó desapareciendo y pasando a manos de la corona puesto que no era hereditario.
A partir de 1550, las encomiendas pasaron a ser administradas paulatinamente por la corona poniendo fin a este modo de explotación a mediados del siglo XVII cuando quedaban poquísimas encomiendas. Aunque varios encomenderos enriquecidos pasaron a realizar otras actividades económicas.
El tributo indígena como modo de explotación
En la práctica fue toda la riqueza que se entregaban al encomendero por los trabajos realizados por los indígenas. Este trabajo, al principio podía ser agrícola, textil, de extracción de oro, o de servicios personales en casas de los encomenderos. Los servicios personales eran los deconstrucción, cocina. Varias jóvenes indígenas fueron adscritas a estos servicios personales. No es necesario inferir el terror que debieron vivir.
Con el paso de los años el tributo se fue monetizando. Para el siglo XVII, el tributo consistía en: 5 o 6 pesos de tributo. O, en su defecto: “un peso y medio en moneda de plata, una manta de algodón, media fanega de maíz y una gallina”. (Lexus, 2010, p. 230).
El tributo indígena se mantuvo después de la fundación de la república del Ecuador. Fue el presidente José María Urbina, un proto liberal quien, además de eliminar la esclavitud, suprimió el tributo indígena.
La mita como modo de explotación
La mita fue un modo de producción propio de la cultura inca. Consistía en llevar un grupo de indígenas para realizar algún trabajo comunitario en otros territorios a cambio de chicha y comida. El trabajo de la mita en la cultura inca, sin embargo, tenía un carácter festivo. Este sistema fue adoptado por los conquistadores como modo de obtención de mano de obra barata puesto que el sueldo que se pagaba era excesivamente bajo.
Aunque esta forma de explotación se utilizó en la encomienda, este sistema se popularizó tan pronto la corona española comenzó a poner límites a los encomenderos para 1550. A partir de esa fecha, los indígenas podían ser obligados a trabajar para cualquier empresario español en haciendas, minas y telares por temporadas de dos meses a un año. Si es que debían trabajar en la mita, servirían por períodos de dos meses. En algunos casos, y según otras fuentes, estos períodos se extendían a seis meses cada cinco años.
Quien dosificaba de indígenas para este trabajo de la mita fueron los caciques.
Muchos mitayos fueron utilizados para la construcción de las casas, conventos, plazas.
El uso de la mita como modo de explotación tuvo su fin cuando, en la corte de Cádiz, José Joaquín de Olmedo pidió que se suprimiesen en 1813. Esto, a fines de la colonia.
Forasterismo indígena
La mita, sumado al tributo indígena provocó el surgimiento de un fenómeno llamado forasterismo. Los indígenas usualmente huían para no ser seleccionados como mitayos, ni pagar más el tributo indígena.
Las reducciones -corregimientos- de indias, o comunidades indígenas como modo de explotación
Hasta 1560 las comunidades indígenas permanecieron relativamente -muy relativamente- similares al orden prehispánico en cuanto se refiere a su relación con la tierra. Cuando llegaron las nuevas normas administrativas por parte de la corona, y se promovieron leyes para suprimir la encomienda, todo cambió.
“Entre 1560 y 1600 se dio la fase de concentración en pueblos al estilo español”. (Lexus, 2010, p.280).
Esto significó que se movilizó una gran cantidad de indígenas provenientes de distintas partes de la Audiencia y se las agrupó en asentamientos al estilo español. Muchos indígenas, en ese momento, perdieron su sentido de pertenencia con la tierra, y con los pueblos a los que pertenecían. Las ricas tierras de las que fueron obligados a abandonar fueron adquiridas por los españoles y criollos.
Esto también favoreció la retirada de poder paulatino a los caciques indígenas, puesto que, en cada reducción, se escogía anualmente más bien a un alcalde y regidor quien tomaba las decisiones administrativas. En estas comunidades se asentaron la mayoría de los obrajes de comunidad.
El obraje como modo de explotación
Los obrajes eran un tipo de negocio de telares que se fortaleció en 1570. La Real Audiencia de Quito fue la mayor productora de telas del virreinato de Perú. La tela más vendida fue el paño azul, caracterizado por su calidad y duración. No obstante la crisis del sector obrajero se dio a fines del siglo XVIII por dos motivos:
El primero fue la caída de la extracción de plata en Potosí, adónde se enviaba la mayor parte de la producción; y el segundo, las políticas borbónicas de libre comercio entre las colonias provocó que las élites de la costa de Guayaquil adquiriesen telas europeas de mayor calidad y mejor precio en contraste con las que se producían en la ciudad de Quito.
Existían tres tipos de obrajes
El primero fue el obraje de comunidad desarrollado en las mismas comunidades indígenas, pero administradas por un español. Este obraje se desarrolló debido a la producción textil fomentada por el encomendero¸aunque siguió siendo propiedad de los indígenas.
El segundo fue los obrajes de la corona, los cuales se dieron como consecuencia de la adquisición de los obrajes que sí pertenecían al encomendero hasta que desapareció la encomienda.
El tercer obraje era el obraje privado, administrado propiamente por un criollo que formó una empresa en torno a la creación de estos telares. Este tercer obraje fue el más eficiente.
¿Deseas conocer más sobre los obrajes?, pincha el siguiente enlace: https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/68/1/los-obrajes-de-la-epoca-colonial-1
La hacienda como modo de explotación
La hacienda se basaba en el dominio de un espacio productivo. A diferencia de la encomienda, la hacienda no se encargaba del cobro del tributo indígena. Es decir, no era más que una propiedad privada administrada por un criollo.
Mercedes de tierra
Las haciendas en sus orígenes fueron donadas por la corona -este proceso se denominó la merced de tierras-. Se aprovecharon del uso de la mita para distintos fines que requiera el hacendado. Al inicio de la colonia existían dos tipos de mercedes: Las sementeras -que se usaban para cultivos comerciales como trigo y caña- y las estancias de ganado vacuno.
Las grandes haciendas
A mediados del siglo XVII se comenzaron a formar los grandes latifundios. O las grandes propiedades de los criollos. No obstante aquello, quienes poseían la mayor cantidad de haciendas en la república fue la orden jesuita. “Hasta su expulsión en 1767 los frailes jesuitas dominaron la agricultura de la sierra de la Real Audiencia”. Tras su expulsión, estos territorios pasaron a manos privadas hasta que se conformó una pequeña élite dueña de numerosas haciendas. Estas élites por lo general ostentaban los títulos de cabildeo.
Cuando decayó la producción del obraje, se dio el auge del poder de la hacienda en la sierra centro norte. El poder de los hacendados fue tan grande que la posesión de tierras y la explotación de la masa indígena se comenzó a regular, recien a mediados del siglo XX, cuando la primera dictadura militar estableció la primera reforma agraria, que pese a sus buenas intenciones, no logró equilibrar la posesión de tierras entre las élites serranas y la fuerza indígena laboral.
El concertaje como modo de explotación.
El concertaje fue otro modo de explotación canallesco utilizado por los criollos, sobre todo en el sistema de la hacienda. Consistía en una fuerza de trabajo residente el territorio del criollo el cual, a través de préstamos que les hacían a los indígenas, ya sea en plata o ropa, los ataban al trabajo obligatorio hasta que se pagara la deuda. El concertaje tenía una remuneración excesivamente baja lo cual volvía imposible la cancelación de la deuda. Esta deuda, además, era de carácter hereditario.
Así. El concertaje que en un principio era un trabajo voluntario realizado por el indígena, terminaba convirtiéndose en un modo de esclavitud. Muchos indígenas que recurrieron al forasterismo terminaron trabajando en estas haciendas. Este modo de explotación se hizo más fuerte cuando se debilitó la mita, puesto que los hacendados carecían de la mano de obra barata que ofrecía el otro sistema.
“El concertaje fue entonces una de las principales relaciones laborales durante gran parte de la colonia tardía, como también durante la época republicana, hasta bien avanzado el siglo XX”. (Luna Tamayo, 2001, p.48).
Fue Eloy Alfaro quien promovió la supresión de este sistema y por el cual luchó. No obstante, recién en 1918, durante del gobierno de Baquerizo Moreno, se eliminó la prisión por deuda, y se puso fin a este modo de explotación vil.
Esclavitud como modo de explotación
La esclavitud en la Real Audiencia de Quito fue aplicada a la casta negra. No se aplicó a la población indígena en su momento puesto que, al ser evangelizados, no podían ser sometidos al sistema de la esclavitud. Los esclavos negros fueron introducidos a la Real Audiencia de Quito a partir del siglo XVII cuando la población indígena se redujo considerablemente. Los negros esclavos reemplazaron a la masa laboral indígena.
Los grandes pueblos de esclavos negros se asentaron en Esmeraldas y el Valle del Chota. La esclavitud fue suprimida en la presidencia del proto liberal José María Urbina.
Conclusión
Una apreciación en este apartado sobre la explotación de los indígenas. Muchos criollos creían que el uso de los mitayos era necesario para evitar que los indígenas se volvieran vagos, así se dio un imperio de dominación tanto psicológica como física. Por otra parte, el papel de la iglesia fue preponderante bajo este régimen de explotación. Si bien algunos frailes defendieron a los indígenas. Muchos eran promotores de estas actividades.
Por otra parte, mi estimado ecuatoriano. No quiero que confundas español con criollo. Desde el origen del criollismo en la Real Audiencia de Quito a inicios del siglo XVII, se debe entender que esas élites fueron nacidas en estas tierras, esas élites promovieron la independencia, esas élites gobernaron la república. Y, por tanto, no es tan propio acusar hasta nuestros días a los españoles de los males de nuestro país. Es injusto y tonto. Si estuviste atento, también hubo una élite indígena que permitió la explotación. Aún hasta hoy sucede eso.
Bibliografía
Lexus Editories. (2010). HISTORIA DEL ECUADOR. Barcelona: LEXUS EDITORES.
Luna Tamayo, M. (2001). Historia del Ecuador. Madrid: Cultural, S.A.
Santillana. (2006). Historia y geografía del Ecuador. Quito: Santillana.