El hábito de la escritura

El escritor llegó a su cuarto de estudio. Se sentó sonriendo, colgó el letrero «no molestar», y cerró la puerta con prisa. Pensó sumergirse en la historia que creaba o en la historia de otros autores porque ese cuarto estaba lleno de estantes y esos estantes llenos de libros; sus paredes de óleos y retratos de fotografías de los escritores que más admiraba.

Tomó un libro, lo abrió por la mitad y percibió el aroma del papel. Alzó su mirada y vio la pizarra negra donde repasaba su material literario bajo la lupa de la fonología para que sus escritos tomaren ritmo y cadencia. 

Así imagino mi cuarto de estudio, uno donde llegar, escribir y escribir, y hacer todo lo que debe hacer un escritor cuando se sienta a trabajar: Escribir; sin embargo, fuera de la literatura, ese espacio me resulta lejano, incluso esnobista, cliché.

¿Qué necesita entonces un escritor para escribir?

Ya se habló en otro post sobre la inspiración, la hemos matado. Link: https://adrianfloresescritor.com/inspiracion-escritura/

Los grandes autores recomiendan a penas un pellizco de la descripción del inicio de este escrito. ¿Qué, entonces? 

En primer lugar. Silencio y lugar propio, aunque hubo escritores cuyos primeros relatos los escribieron rodeados de niños o ante las molestas quejas de su familia. No importa, lo realmente importante no es el espacio, sino el hábito.

Esa es la necesidad primordial del escritor: el hábito de la escritura. El escritor, según algunos autores, debe ser una persona de hábitos, no por nada muchos grandes escritores nos han dejado unos decálogos de escritura y otros se aventuraron a escribir libros completos sobre el mismo tema, en ellos, todos dejan claro que el oficio del escritor como hábito se resume en tres porciones:

La escritura, la lectura y la vivencia. Dejando la porción de la escritura como el innegable hábito cotidiano y al cual nos dedicaremos en este post. 

«Eres escritor porque escribes, y escribes mucho, aunque mucho de lo que escribes no vaya a leerlo nadie ni se publique en ninguna parte». Esa es la primera recomendación que me dieron cuando ingresé a un taller de literatura, y es la primera recomendación que doy a mis estudiantes de narrativa en los talleres literarios del colectivo TintaSombra al cual pertenezco.

Virginia Wolf se dedicaba a escribir todos los días, exceptuando los domingos; Erenest Hemingway también se levantaba todas las mañanas y no descansaba hasta las once o doce de la mañana. Stephen King al sentarse a escribir no se levanta hasta haber alcanzado un mínimo de 2.000 palabras. 

Según la neurociencia, los hábitos se crean a partir de la repetición. Recientes estudios demostraron que el hábito promedio se crea a partir de los 66 días de repetición, y como nuestro oficio es el de la escritura; pues deberíamos tenerlo muy presente. Ya sea que seamos escritores que se quedan hasta muy noche o que se levantan en la madrugada, necesitamos ponernos a escribir, ¡ya!

Sin disgregarme más del tema, dejo el link de un buen método:

http://neurobecorp.com/2018/02/24/las-neurociencias-para-crear-un-habito/

Existen otros escritores, grandes escritores que se dicen más desordenados, o que prefieren escribir cuando piensen que sea realmente necesario y las palabras no les salgan del alma. Por ejemplo, el escritor de realismo sucio Charles Bukowsky, en su poema Así que quieres ser escritor, dice lo siguiente:

«Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,

espera pacientemente.

Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa».

Si el lector desea acceder al poema completo, lo tendrá en siguiente link:

No pretendo desmerecer el mensaje. A mi parecer este es uno de los más bellos poemas sobre la escritura que he leído y admiro mucho la obra de Bukowsky; pero prefiero pensar el verdadero escritor, el que ama realmente el oficio del escritor y ha planificado y ha repasado la estructura de su historia durante mucho tiempo, todo lo que se escriba, le saldrá rugiendo.

En este sentido. Uno puede construir un hermoso cuarto de estudio por vanidad y dejarse la barba, y beber mucho, y tener mucho sexo, pero si el escritor no se dedica a escribir, de nada habrá servido tremenda inversión en libros y estantes y un cuarto grande. De momento, como escritor me conformo con mis libros, mi escritorio y mi ordenador portátil.

¿Alguna vez pensaron en escribir en máquina de escribir?, la tentación es grande hasta que se comprende que el oficio del escritor nace a partir de la escritura y no del esnobismo.

Resumen
El hábito de la escritura
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El hábito de la escritura
Descripción
La escritura es un arte, como tal requiere de talento, hábito o práctica y conocimiento del arte. Aquí realizo un breve anásis del hábito de escribir.
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Adrián Flores escritor
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