Intentaré realizar una reseña del Taller de corte & corrección, de Marcelo Di Marco un libro sobre la verdadera corrección de estilo literario, libro del que me he enamorado.
Fue a los 27 cuando decidí ser escritor profesional.
Escribí poesía desde los 13 y narrativa desde los 17; no obstante, a esos escritos no los puedo llamar poesía, ni narrativa: eran simples juegos: Yo era un niño jugando a ser escritor, tal como el nene que raya sobre las paredes creyendo ser un pintor. Todo eran tibios intentos por acercarme al verdadero arte de la literatura.
Escribir requiere, como todo arte: práctica, herramientas y talento. Entendiendo que el talento es lo más prescindible. Personalmente, le añadiría a los requisitos la pasión y una férrea vocación por las letras. Un amor a la soledad absoluta de los libros, un desapego total del ego de lo que uno escribe.
El caso que me trae a este artículo es que durante mi formación devoré innumerables libros de teoría literaria. Descubrí lo esencial de Propp, de Barthes, de Greimass. Luego descubrí los procesos de escritura. A Jean Larser, a la escuela de escritura de New York: The Gotham Writters, también leí los ensayos sobre escritura del maestro Edgar Allan Poe, y también de Ricardo Pligia. Luego leí a Orson Scott Card, y el año anterior devoré emocionado una belleza de la teoría narrativa, —quizá no muy estudiada por los narradores—. Me refiero a El Guión—, de Robert McKee; que explica los mecanismos de la elaboración de una historia.
Ya estaba escribiendo algunos cuentos, y me aterraba que al leerse, por muy bien estructurados que estuvieran, ellos cargaran ese ripio que rompe la magia de la lectura; y extrajese al lector del mundo que está leyendo.
Luego, hace poco más de un año encontré de casualidad en YouTube el canal de un taller de escritura de Argentina: Taller de Corte y Corrección, recomendado por la misma plataforma, consecuencia de mi ávida búsqueda de información que me sirviera para hacer de mis escritos, escritos que valgan la pena leerse.
Sus videos eran cortos, simples -no simplistas-, y extrañamente de pocas visitas y likes. Al abrirlo, sin embargo; se me abrió un nuevo mundo que había ignorado. El mundo de la verdadera corrección de estilo literario.
El tío Marce, como lo llaman, me enseñaba técnicas puntuales a través de cortos minutos; las técnicas que requería para corregir los primeros borradores de mis escritos. Ahí mismo descubrí que él tenía, entre varios libros, uno llamado como su canal de YouTube: Taller de corte & corrección.
No dudé siquiera en obtenerlo.
Su libro era tan didáctico, puntual, y práctico, como lo eran sus videos de YouTube. Por ello, ese libro es, ahora, otro libro de cabecera en mi formación de escritor profesional.
Cuando abrí la primera página, leí sus primeras líneas, entendí que estaba ante un verdadero Taller de escritura de relatos de ficción.
Di Marco comparaba muchas veces el contenido de su libro con lo que Stephen King escribió en su clásico Mientras escribo. -Como anécdota, el libro de Di Marco se publicó antes que el de King-
Yo creo que Di Marco es menos obtuso, y por supuesto, su prosa misma está trabajada con todo lo que él predica. No estoy diciendo en lo absoluto que el libro de King sea desestimable. Todo lo que sirva para mejorar la escritura y el estilo, en nombre de la buena literatura, es bienvenido, y King ofrece también muchas enseñanzas valiosas.
Cuando me senté a leer las 99 enseñanzas del Taller de corte & corrección, la pluma de Di Marco me guiaba con la dulzura del profesor que te muestra un territorio desconocido; pero también con la misma dureza del profesor que desea que el aprendiz respete el arte que se está enseñando.
¿Qué hace a Taller de corte & corrección un excelente libro?
A través de 99 enseñanzas, Di Marco va desarrollando los secretos de una excelente corrección de estilo, y de cómo debería presentarse un texto. Lo mejor de todo, a mi decir, es que recurre a los grandes maestros de la literatura para ejemplificarlo.
También le enseña a uno a leer de distinta manera, ya saben, eso de que el escritor debe saber leer como escritor, aquí te lo enseña bien.
Para Di Marco, las “reglas” que enseña no son universales, de hecho, no ofrece cánones, ofrece herramientas. La famosa metáfora de la caja de herramientas que King hablaba en su libro, Di Marco nos la amplía. Pasamos de poseer una pequeña caja, a una bodega llena de herramientas: El sueño de todo artista.
Di Marco enseña cuándo los adjetivos son incensarios, cuándo lo son los adverbios, cuándo un personaje no es un personaje, cuándo el punto de vista está mal usado, cómo dialogar correctamente, cómo sentarse a corregir, cómo puntuar sin caer en el tecnicismo sofocante de un libro de sintaxis y gramática, cómo usar la metáfora y las figuras literarias con soltura, elegancia, y cuándo no; cómo es un estilo simple -que no simplista-, cómo respetar al lector cuando uno escribe…
Llegado a un punto del libro, él resume sus enseñanzas en 20 máximas:
- Tener siempre presente que el contexto será quien dicte los cortes y las correcciones que clarifiquen el estilo.
- Detenerse a releer la página en voz alta, atendiendo al ritmo y la caída de las frases.
- Procurar un imposible: ser otro, en una nueva lectura en voz alta, con el resaltador en la mano y el grabador funcionando.
- Marcar el verdadero comienzo del texto y considerar la eliminación o la utilización parcial del “preámbulo”.
- Comprobar si el material se ha desarrollado en una secuencia lógica.
- Subrayar imágenes nítidas.
- Tachar todo elemento ornamental, privilegiando lo relevante sobre lo superficial.
(…)
No crean que les resumiré todos los valiosos veinte «pasos»; pero considero que cada escritor debe saber aprender por sí mismo, la mayoría de las veces sin atajos, y por eso me tomo la arrogancia de escribir esto: Buscabas un buen libro para saber qué, y cómo corregir tu escrito: Aquí tienes uno del que te enamorarías para siempre; o en el peor de los casos, que no soltarás al momento de corregir; y lo mejor de todo: ¡También tiene un canal de YouTube donde amplifica sus enseñanzas!
Terminaré este post con una frase que la ando repitiendo por ahí, que la dijo Marcelo Di Marco sobre la corrección:
Y cuanto trabajo toma la verdadera y sesuda corrección.
A modo de despedida puedo decir que no sé si la novela que publicaré es buena o mala. Solo puedo decir que, por primera vez, trabajé con amplias herramientas de la escritura, y que por primera vez sufrí, y disfruté el arte de la escritura. Si tienes un hijo, y has sufrido y disfrutado con el arte de criarlo, quizá entiendas lo laborioso que es esto; y que escribir no es como lo pinta Hollywood. Es más bien el trabajo de un ermitaño que se sienta a escribir y a corregir, y a leer el doble o triple de tiempo que dedica a las dos actividades anteriores.
Si deseas leer sobre la forma en que planifico mis relatos, pincha en los siguientes links: https://adrianfloresescritor.com/estructurar-relato-4-pasos/
reseña del libro Taller de corte & corrección